jueves, 22 de diciembre de 2016

El placer de no saber

En el invierno que desconozco
en la arena que me desborda,
en el vacío que yo no lleno:
ahí estás vos.
Anulando centurias, galaxias,
y principios has venido a mí.

Ni la certeza del cero,
ni la seguridad de las parcas:
nada está como lo econtraste.
Porque mientras aprendes...
mientras aprendes me enseñas.

Y ahora, en ríos de esperanza,
pienso mi niñez finada,
en lo que hice en ella,
y en lo que dejé sin hacer:
hoy tengo más mañana que ayer.

Tu éxodo, que en mí culmina,
me recordó, por fortuna, que no sé nada.
que nunca asiré lo absoluto.
Encontraste a un ebrio
durmiendo mientras moría,
y en él viste a un nieto de Penélope
que no recordaba ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario