En el invierno que desconozco
en la arena que me desborda,
en el vacío que yo no lleno:
ahí estás vos.
Anulando centurias, galaxias,
y principios has venido a mí.
Ni la certeza del cero,
ni la seguridad de las parcas:
nada está como lo econtraste.
Porque mientras aprendes...
mientras aprendes me enseñas.
Y ahora, en ríos de esperanza,
pienso mi niñez finada,
en lo que hice en ella,
y en lo que dejé sin hacer:
hoy tengo más mañana que ayer.
Tu éxodo, que en mí culmina,
me recordó, por fortuna, que no sé nada.
que nunca asiré lo absoluto.
Encontraste a un ebrio
durmiendo mientras moría,
y en él viste a un nieto de Penélope
que no recordaba ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario